Nunca entendí la necesidad de conclusiones pomposas y grandes declaraciones de finales en textos y exposiciones. De hecho me acuerdo haber tenido un tiempo una alergia enorme por la palabra "coda", algunas veces expuesta al final de un recorrido en una exposición. Las declaraciones, opiniones, recuerdos y sinsabores le pertenecen al público, son ellxs quienes tienen el derecho de pensar qué se llevaron de una muestra y solo bajo ellxs es que realmente se puede medir la efectividad de una muestra en muchos sentidos, en pensar sobretodo si es que alguien más - a parte de los involucrados directamente - se pudieron llevar algo de entrar y salir de una exposición.

Por otro lado, en conciertos - como público - no he tenido ningún recelo en demandar un "encore" y pedir una canción más, un cachito más de tiempo en el cual pueda disfrutar de la experiencia de ver a unx artistx que amo para extender los picos altos de dosis de dopamina. Y de hecho que al igual que en otras muestras, después de la inauguración de "Maldita Primavera" me dio el tan conocido "exhibition blues", una caída de adrenalina después del proceso de investigación, el montaje, escribir textos, difundir la muestra y conocer a gente chevere en el camino. Esta caída severa en dopamina puede desencadenar momentos muy tristes de ceguera que no te permiten ver con claridad no solo los frutos del trabajo, sino la recepción del trabajo mismo que has hecho.

Decidí hacer un "encore", para no olvidarme de todas las cosas importantes y geniales que salen del trabajo, porque sigo creyendo en el trabajo a pesar de todo. El trabajo será o será y nos podrá trazar rutas para ese posible futuro.
Así que esta es mi declaración pomposa en forma del "encore" de Maldita Primavera. Me gustó mucho la muestra y no voy a olvidar las cosas que se desencadenaron en este contexto. Cuando estaba escuchando este playlist que esta incluído en la última muestra de Bexpo, "BEXPO8" curada por fer gress, me di cuenta que así como Maldita Primavera