De pequeña me costaba mucho bañarme, de hecho me costaba entrar a la ducha hasta antes de irme a estudiar historia del arte. Cuando leí que la mayoría de niños y adolescentes les cuesta limpiarse porque no toleran la vista de su propio cuerpo desnudo, esto me hacía mucho sentido. De pequeña odiaba mi cuerpo, me sentía gorda, fea y repulsiva en general. Sé que todo esto ha mejorado, pero hay veces cuando todo está mal que simplemente me es difícil no solo bañarme, sino seguir con mi rutina diaria.

Para poder continuar con la vida, existe este playlist. También para los otros días cuando todo esta relativamente controlado y la ducha es una gran manera de empezar el día.
Creo que siempre me pregunto si llegará el día donde todo sea más estable y en cierto modo mis emociones no se apoderen de mí. O quizás el día donde realmente acepte que siento todo y está bien y podré igual seguir con mi vida. Al final del día, escogí las artes como industria a la cual me quiero dedicar y quizás por ello nunca logre la estabilidad económica y social necesaria para poder hacerle frente a la ansiedad. Pero sé que es posible vivir con la ansiedad de otra forma que sea compatible con mis pasiones. Es necesario poner música para frenar siempre los 1000+1 pensamientos que tengo sobre el futuro en la ducha.
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